Pues eso, nos pasamos los días mirando la previsión del tiempo y con la vista puesta en el cielo a ver si se nubla.
La rica navelina de Palma del Río necesita un poco de agua de lluvia para ponerse grande y gorda, coger un exquisito sabor y venderse lo mejor posible en los mercados.
Confiemos en las lluvias tempraneras y en una buena cosecha para todos.
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